El viaje continuaba y cada día se presentaba con nuevas sorpresas y con fantásticas propuestas, siendo la del aprendizaje sobre la misión la más espectacular. Algunos de los integrantes se hacían preguntas del porque tanta maravilla. La respuesta de nuestro Comandante no se dejó de esperar, y en forma muy breve, sencilla y algo misterioso nos expresó: Es parte de la estrategia de viaje. Todos quedamos esperando más explicación, porque no comprendíamos del todo a lo que se refería.
Cuando se escucha la palabra estrategia, nos mencionó, lo primero que se nos viene a la cabeza es la imagen de la guerra. Las estrategias de los guerreros. Hoy también se hace cada vez más común en los deportes escuchar la palabra estrategia. En los encuentros de fútbol, se comenta sobre la estrategia de los entrenadores que llevaron a la victoria a sus equipos.
Debemos aclarar, enfatizó, que en todas las situaciones que se requiera hacer algo se plantean estrategias. De alguna manera la ESTRATEGIA va asociado a la forma como se llevan a cabo las cosas. Y en nuestro viaje no es la excepción, es común platearlas, y es más, es necesario definirlas, con el propósito de buscar aquellos caminos que en forma más efectiva nos lleven al destino deseado.
Con un tono más reflexivo, indicó: ¿Cuál será la ruta que seguiremos en nuestro viaje?, ¿Qué caminos tomaremos?, ¿La ruta directa será el mejor camino?, etc. Cuando pensamos en estas interrogantes, estamos pensando en nuestras estrategias. Siempre hay más de una manera de hacer las cosas, por lo que se debemos recurrir a nuestra imaginación para plantearlas y así poder elegir cual de las maneras es la mejor para realizar nuestro viaje.
Con una postura de intelectual, nos comentó: Pueden existir variadas maneras de hacer el viaje, por lo que debemos llevar a cabo la selección de la mejor forma, debemos hacer los esfuerzos de elegir las mejores estrategias.
Posesionándose de su condición de Comandante, conocedor de todos los aspectos técnicos de la nave, nos manifestó: Si nuestra estrategia es la de ahorro de combustible, seguramente debemos viaje a las condiciones que nos permitan el ahorro respectivo. Quizás a una velocidad determinada en la que se haya demostrado que se obtenga el mejor rendimiento de los motores de la nave. Se pueden pensar muchas otras, como el de llegar lo más rápidamente, hacer el viaje con el máximo de seguridad, etc. Lo importante es que podemos “echar a volar” nuestra fértil imaginación para generar variadas alternativas que nos permitan seleccionar las mejores.
Con un sentido de visión global concluyó: Indudablemente cada una de las estrategias y en su conjunto deben tener una razón de ser y deben estar integradas como un todo en los demás elementos de la misión.
Cuando se escucha la palabra estrategia, nos mencionó, lo primero que se nos viene a la cabeza es la imagen de la guerra. Las estrategias de los guerreros. Hoy también se hace cada vez más común en los deportes escuchar la palabra estrategia. En los encuentros de fútbol, se comenta sobre la estrategia de los entrenadores que llevaron a la victoria a sus equipos.
Debemos aclarar, enfatizó, que en todas las situaciones que se requiera hacer algo se plantean estrategias. De alguna manera la ESTRATEGIA va asociado a la forma como se llevan a cabo las cosas. Y en nuestro viaje no es la excepción, es común platearlas, y es más, es necesario definirlas, con el propósito de buscar aquellos caminos que en forma más efectiva nos lleven al destino deseado.
Con un tono más reflexivo, indicó: ¿Cuál será la ruta que seguiremos en nuestro viaje?, ¿Qué caminos tomaremos?, ¿La ruta directa será el mejor camino?, etc. Cuando pensamos en estas interrogantes, estamos pensando en nuestras estrategias. Siempre hay más de una manera de hacer las cosas, por lo que se debemos recurrir a nuestra imaginación para plantearlas y así poder elegir cual de las maneras es la mejor para realizar nuestro viaje.
Con una postura de intelectual, nos comentó: Pueden existir variadas maneras de hacer el viaje, por lo que debemos llevar a cabo la selección de la mejor forma, debemos hacer los esfuerzos de elegir las mejores estrategias.
Posesionándose de su condición de Comandante, conocedor de todos los aspectos técnicos de la nave, nos manifestó: Si nuestra estrategia es la de ahorro de combustible, seguramente debemos viaje a las condiciones que nos permitan el ahorro respectivo. Quizás a una velocidad determinada en la que se haya demostrado que se obtenga el mejor rendimiento de los motores de la nave. Se pueden pensar muchas otras, como el de llegar lo más rápidamente, hacer el viaje con el máximo de seguridad, etc. Lo importante es que podemos “echar a volar” nuestra fértil imaginación para generar variadas alternativas que nos permitan seleccionar las mejores.
Con un sentido de visión global concluyó: Indudablemente cada una de las estrategias y en su conjunto deben tener una razón de ser y deben estar integradas como un todo en los demás elementos de la misión.
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