miércoles, 6 de enero de 2010

P14 - Los Exploradores - (C)oordinar Sinergias


Una de las primeras enseñanzas sobre matemáticas que aprendimos es que uno más uno es igual a dos. ¿Es posible algún otro resultado?. Matemáticamente sólo dos es el resultado posible. Diferentes es cuando se suman voluntades en los seres vivos, claramente uno más uno puede ser cualquier resultado. Si se coordinan sinergias entre los seres vivos, se pueden lograr que uno más uno sea mucho más que dos.

La obtención de estos resultados casi mágicos es consecuencia de la sinergia, que es cuando se obtienen logros
superiores al que cada una de las partes hubiera obtenido de manera individual. Es la integración de los esfuerzos que da como resultado algo más grande que la simple suma de los esfuerzos individuales. Es cuando dos o más seres vivos se unen aprovechando la máxima de las potencialidades de cada uno de los integrantes.

Los Exploradores se dieron a la tarea de revisar todos los antecedentes para lograr determinar un caso de animales que fueran un ejemplo de coordinación de sinergias en sus vidas. Por las características de los delfines, seleccionaron éstos mamíferos que viven en los océanos y que presentan tantas maravillosas cualidades, que nos dejan encantados a los humanos.

Para observar a los delfines se dirigieron a Florida en Estados Unidos, específicamente a Cayo Hueso (Key West), indudablemente embarcados y con todo el equipamiento de observación y la ropa adecuada para sumergirse y observar a los delfines en su medio y también tener la oportunidad de estar en contacto con ellos.

Pasaron unos pocos minutos de navegación y aparecieron los delfines, con su fantástica velocidad y agilidad y sobre todo por su especial gracia y elegancia. Los Exploradores estaban acompañados por estos peces que tienen esa forma de nadar tan característica, que van saltando y hundiéndose rítmicamente en el agua como si cabalgara en las olas. Comportamiento que se debe a su particularidad de mamífero, que necesitan subir a la superficie para respirar, cosa que hacen cada vez que asoma la cabeza fuera del agua.

Después de un tiempo de observación, vieron que los delfines se agrupan formando manadas, a veces de un gran número de individuos. Les llamó poderosamente la atención el nivel de solidaridad de éstos mamíferos marinos. Tuvieron la oportunidad extraordinaria de ver nacer una cría, la que nació como todas ellas bajo el agua. Lo sobrecogedor es como la madre y otros delfines adultos se coordinan para poner a flote la cría para que pueda respirar. También, en el contraste de la vida vieron cuando un delfín se estaba muriendo, y la gran sensibilidad de los demás para ayudarle apoyándolo con sus cuerpos para que el delfín moribundo lograra respirar, manteniéndolo por encima del nivel del agua.

Lo más impactante y que la naturaleza lo muestra en su cruda realidad, fue el poder ver como los delfines se defienden de los ataques de los tiburones. Cuando son amenazados, se alertan unos a otros y se reúnen con la agilidad que los caracteriza y se ponen en plan de defensa colectiva, realizando golpes con el hocico al atacante hasta lograr que huya o darle muerte al agresor.

El éxito de sobrevivencia que tienen los delfines, sólo se logra al realizar un trabajo conjunto y es debido a factores que son potenciales en ellos, resaltando el fantástico espíritu de equipo, el conocimiento que se tienen entre todos los integrantes de la manada y por sus extraordinarios sistemas de comunicación y percepción. Coordinan sus sinergias y así logran sobrevivir y obtener resultados maravillosos que no lo lograrían en forma individual.

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