viernes, 23 de octubre de 2009

P06 - Los Exploradores - (A)rranque su Motor


Si un auto no enciende su motor, no podrá avanzar y quedará sujeto a las condiciones externas para moverse. Si está cuesta abajo por efecto de la gravedad avanzará, y si está cuesta arriba retrocederá. Podría ser arrastrado o empujado pero por su propia cuenta no se moverá.
Esto nos sucede también a los seres humanos. Debemos arrancar nuestro motor, echarlo a andar para moveremos por nuestra cuenta, sino estaremos sujetos a que nos lleven y para donde quieran llevarnos.
Con esta inquietud, nuestros Exploradores se dieron a la tarea de seleccionar una especie que refleje de mejor manera lo indicado.
Después de un período de investigación y revisión de sus notas de exploraciones, definieron que el mejor ejemplo era el águila. Esta ave es la que posee la mayor longevidad de su especie, llegando a vivir 70 años. Pero para llegar a esa edad, a los 40 años de vida tiene que tomar una transcendental e impresionante decisión.
Con la información obtenida, se dieron a la tarea de planificar su viaje y definir el plan de observación en unos de los hábitat naturales de la especie como es la cordillera norteamericana.
Se dirigieron a la cordillera y encontraron las maravillosas águilas volando por sobre las montañas. Se internaron para llegar al lugar que tenían considerado y que les permitiera una adecuada perspectiva para observar los aspectos que consideraban relevante.
Llegado al lugar, definieron sus áreas de observación, y después de semanas de ver los comportamientos en vuelo de las águilas, ubicaron una de ellas, que les llamó la atención y le siguieron más de cerca sus movimientos.
Al águila la identificaban porque presentaba algunas características que las diferenciaban de las demás; tenia el plumaje envejecido, pico corvado al igual que su garras, que además de veían deterioradas y no con la dureza que las caracterizaba. Esto le significaba dificultades para volar y ser muy poco efectivo en poder capturar sus alimentos.
Un día vieron al águila volar hacia lo alto de una montaña y refugiarse en un nido, próximo a una pared. Entonces observaron un espectáculo sobrecogedor. El águila comenzó a golpear con su pico la pared, hasta que consiguió arrancárselo. Pasaron varias semanas y un nuevo pico empezó a crecerle. Cual sería la sorpresa al ver que cuando estaba recuperada, empezó a arrancarse, con su nuevo pico, sus viejas uñas. Y nuevamente esperó hasta que las nuevas uñas comenzaron a crecer. Una vez que logró deshacerse de sus uñas, prosiguió arrancándose sus viejas plumas.
Después de un período de cinco meses, recién el águila reinició sus vuelos. Se le veía majestuosa y renovada. Había revivido para sus 30 años más de vida que le quedaban.

Que ejemplo más formidable de arrancar su motor nos dan las águilas, en éste caso cuando se debe hacer cambios tan significativos para conservar la vida.
Es relevante echar a andar nuestro motor para lograr avanzar a los lugares que queremos ir. Es el principio de la responsabilidad, en la que uno es responsable de obtener lo que necesita para triunfar y no puede culpar a nadie distinto de uno mismo por lo que le pasa.

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