Nuestro Comandante llegó muy contenta a la nueva sesión de trabajo y sin mayores preámbulos nos relato: Todas las actividades tienen su afán. Es decisión personal de realizarlas considerando los principios materiales que las rigen o simplemente hacerla a la manera particular de cada uno. Es importante tener presente que hay una gran diferencia de llevarlo a cabo una actividad usando los principios materiales. A veces no es fácil sensibilizarse con estos aspectos. Yo los aprendí a fuerza de prueba y error, como la gran cantidad de enseñanzas que las personas vamos acumulando en la vida.
Miró hacia arriba, como buscando algo y nos comentó: En una oportunidad me pasaron una botella con agua algo más de medio llena (3/4 para ser más exacto), con una bombilla en su interior y un anillo plástico que flotaba en la superficie fuera de la bombilla. Me hicieron el siguiente desafió: Sin botar el agua y sin levantar la bombilla a más de la mitad desde el fondo, incorporar el anillo en la bombilla. Realice muchas pruebas, hasta la de agitar la botella para todos los lados y así con la esperanza que por “casualidad” el anillo se sumergiera y se incorporaba en la bombilla. Y como adivinarán no logre lo que quería.
Se detuvo y nos miro fijamente al tiempo que decía: Siempre deberíamos usar los principios que rigen los fenómenos de la naturaleza. Algunos son leyes fundamentales y otros son teorías que ayudan a entender los fenómenos y sobre todos nos ayudan facilitarnos la vida y ser más efectivos en lograr nuestras actividades.
Con mucha humildad continúo: Me indicaron que imaginara la lavadora automática de ropa, y pensara en el principio que hace uso este artefacto para eliminar el agua de la ropa. Si se aplica el mismo principio de la fuerza centrífuga y se hace gira la botella, se observa que el agua de “pega” a las paredes, sube el nivel en las paredes, pero baja el nivel en el centro de la botella formando un cono sin agua. Así el anillo baja, y se puede incorporar en la bombilla como “anillo al dedo”.
Retornando a su lenguaje muy expresivo, siguió: ¡Fácil!, ¡muy fácil!. Podemos decir después que se ha conocido el principio y se ha aplicado con éxito. Es una experiencia fantástica cuando se obtienen los resultados, que en algunos casos tienen hasta características de magia. En todo orden de cosa, existirán éstos principios que nos ayudarán con nuestros quehaceres y que el aplicarlos lograremos buenos resultados, lograremos ser más efectivos en alcanzar lo que queremos.
Se paró y observó para todos lados y nos dijo: En la nave también están presentes los principios materiales en el desarrollo de los trabajos. Estos son aquellos que todos tienen que conocer y que no se pueden olvidar, porque de lo contrario, al igual que los valores, pueden producir la desestabilización de la nave. Lo importante es identificarlos, sensibilizarse con estos y tenerlos siempre en menta en todas las actividades que se desarrollan.
Como un buen maestro, en forma pausada nos enseñó: Un ejemplo es saber que al interior de la nave, cuando se está a cierta altitud existen condiciones ambientales muy diferentes a las que están en el exterior. La nave esta presurizada para asegurar la seguridad y comodidad de los ocupantes. Esto es necesario debido a que la presión atmosférica natural es demasiado baja como para suministrar el suficiente oxígeno a los ocupantes. Todas las personas deben tener claro que en vuelo no pueden abrir la escotilla o simplemente abrir una ventana de la nave (si esto fuera factible) para lograr tomar “aíre fresco”. En todo lo que se realiza en la nave se debe tener presente este principio material, de lo contrario es muy fácil imaginarse lo que sucedería.
Miró hacia arriba, como buscando algo y nos comentó: En una oportunidad me pasaron una botella con agua algo más de medio llena (3/4 para ser más exacto), con una bombilla en su interior y un anillo plástico que flotaba en la superficie fuera de la bombilla. Me hicieron el siguiente desafió: Sin botar el agua y sin levantar la bombilla a más de la mitad desde el fondo, incorporar el anillo en la bombilla. Realice muchas pruebas, hasta la de agitar la botella para todos los lados y así con la esperanza que por “casualidad” el anillo se sumergiera y se incorporaba en la bombilla. Y como adivinarán no logre lo que quería.
Se detuvo y nos miro fijamente al tiempo que decía: Siempre deberíamos usar los principios que rigen los fenómenos de la naturaleza. Algunos son leyes fundamentales y otros son teorías que ayudan a entender los fenómenos y sobre todos nos ayudan facilitarnos la vida y ser más efectivos en lograr nuestras actividades.
Con mucha humildad continúo: Me indicaron que imaginara la lavadora automática de ropa, y pensara en el principio que hace uso este artefacto para eliminar el agua de la ropa. Si se aplica el mismo principio de la fuerza centrífuga y se hace gira la botella, se observa que el agua de “pega” a las paredes, sube el nivel en las paredes, pero baja el nivel en el centro de la botella formando un cono sin agua. Así el anillo baja, y se puede incorporar en la bombilla como “anillo al dedo”.
Retornando a su lenguaje muy expresivo, siguió: ¡Fácil!, ¡muy fácil!. Podemos decir después que se ha conocido el principio y se ha aplicado con éxito. Es una experiencia fantástica cuando se obtienen los resultados, que en algunos casos tienen hasta características de magia. En todo orden de cosa, existirán éstos principios que nos ayudarán con nuestros quehaceres y que el aplicarlos lograremos buenos resultados, lograremos ser más efectivos en alcanzar lo que queremos.
Se paró y observó para todos lados y nos dijo: En la nave también están presentes los principios materiales en el desarrollo de los trabajos. Estos son aquellos que todos tienen que conocer y que no se pueden olvidar, porque de lo contrario, al igual que los valores, pueden producir la desestabilización de la nave. Lo importante es identificarlos, sensibilizarse con estos y tenerlos siempre en menta en todas las actividades que se desarrollan.
Como un buen maestro, en forma pausada nos enseñó: Un ejemplo es saber que al interior de la nave, cuando se está a cierta altitud existen condiciones ambientales muy diferentes a las que están en el exterior. La nave esta presurizada para asegurar la seguridad y comodidad de los ocupantes. Esto es necesario debido a que la presión atmosférica natural es demasiado baja como para suministrar el suficiente oxígeno a los ocupantes. Todas las personas deben tener claro que en vuelo no pueden abrir la escotilla o simplemente abrir una ventana de la nave (si esto fuera factible) para lograr tomar “aíre fresco”. En todo lo que se realiza en la nave se debe tener presente este principio material, de lo contrario es muy fácil imaginarse lo que sucedería.
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