jueves, 19 de marzo de 2009

P08 - El Asesor de los Pájados - Epílogo


Y pasaron… y pasaron los días y la comunidad volvió a tener lo que añoraban. Estaban contentos y muy felices porque se habían sensibilizado y comprendido algo que siempre habían sabido, pero no lo aplicaban. Nos sucede muy a menudo que las cosas más conocidas y evidentes son las que menos se toman en cuenta. Por eso se dice que el sentido común no es el más común de los sentidos.

Lo que instintivamente empezaron a repetir fue el reunirse, como lo habían hecho semanalmente, para conversar y pasar momentos agradables entre todos. Hasta en algunas oportunidades el búho aparecía en estas convocatorias espontáneas. A pesar de su conocido comportamiento de ave de poca relación con los demás. Cuento aparte, se decían, es el de poder dilucidar los grandes misterios de estos maravillosos y generosos pájaros.

Todos retomaron sus actividades que más les agradaban y lo hacían con mucho tesón y lo pasaban muy a gusto. Notaban que habían cambiado su actitud de ver las cosas en la vida. Estaban agradecidos de Dios, del gran Pájaro Supremo como lo nombraban, haciendo todas una reverencia.

De una de las pocas conversaciones con la presencia del búho, lo interrogaron: ¿Lo enseñado es muy particular para nuestra comunidad?. Indudablemente que no, trinó muy alto el búho, lo indicado es tan universal y básico que puede aplicarse a todos los aspectos de la vida, en las personas, en el trabajo, en las comunidades, en los países, en todo nuestro inmenso mundo.

Los temas conversados, continuo muy entusiasmado, se trataron de expresar en un lenguaje matemáticos sólo por ser un idioma más común. Para muchos más directo y sin mayores interpretaciones. En matemática siempre 2 más 2 será 4. Pero lo relevante, es que para hacer contribuciones importante en la vida se deben considerar siempre aspectos como el conocimiento; que conlleva saber aquellos principios básicos que rigen el quehacer. Se debe trabajar duro; que no es otra cosa que hacer el trabajo y hacerlo bien. Se debe enfrentar la vida con una actitud positiva; que es dar lo mejor de si en todas las circunstancias de la vida. Y, se debe contar con el Amor de Dios si se quiere obtener resultados “milagrosos”.

Un vez más el búho los había sorprendido y encantado. Todos habían asimilado el mensaje. Podrían aplicar lo aprendido en todas las actividades, funciones o roles de cada uno o también en forma colectiva. Y habían entendió y tomado conciencia que al hacerlo les podría cambiar maravillosamente las vidas.

Quedaron muy contentos y fascinado y en sus pequeñas cabecitas les quedó dando vuelta: ¿Cómo nos cambiaría nuestra vida y la de todos en nuestro mundo si aplicáramos lo enseñado?

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