lunes, 6 de abril de 2009

P02 - El Viaje - La Carta de Navegación


Una de las primeras actividades que nos “obligó” realizar el Comandante y que era requisito para permanecer en la nave, fue la confección de la carta de navegación, como podríamos decir la MISIÓN de nuestro viaje. Claro está que lo de obligado fue un decir, que sólo duró hasta el ingreso a uno de los salones de la nave, porque posteriormente ya se convirtió en parte de la aventura que íbamos a iniciar.

Con todo el poder que tienen las palabras, nos explicó que durante el vuelo estaríamos más del 80 % del tiempo perdido en el espacio y que sólo la carta de navegación nos aseguraría llegar a nuestro destino. El saber esta información, con la fuerza y convencimiento del Comandante, muchos de nosotros quedamos preparados... para salir arrancando de la nave.

Con toda la paciencia de un líder, el Comandante nos calmó y nos explicó que está información es uno de los secretos más publicado de la vida, pero como todo buen secreto, pocos son los que logran comprender y por lo tanto utilizar. Esto es lo que se menciona en muchas partes, pero a mi me gusta la expresión: “el saber a dónde ir, es la única manera de lograr llegar allá”.

Pasado esté primer escollo de nuestra aventura, nuestros oídos se gozaron con la música celestial que empezó a sonar y al mismo tiempo en que empezaron a correr las cortinas del salón, en cuyas “ventanas” se proyectaban paisajes idílicos e inspiradores. En ésta ambientación iniciamos nuestro proceso de reflexión sobre cual sería nuestra misión.

El Comandante nos explicó, con todo ese cariño, paciencia y bondad de un maestro, que significaba construir la carta de navegación y que partes necesariamente deben ser considerada y el porque.

Lo primero que nos mostró fue la imagen de una nave que estaba dirigida hacia un objetivo. Imagen que sigue en mi mente y me ha acompañado desde entonces en mi vida, en los distintos viajes que he realizado y en los que estoy embarcado y de los que seguramente realizaré en el futuro.

Indudablemente la imagen nos sensibilizó que estábamos embarcados en una nave y que volaríamos a un destino al que imaginariamente queríamos y deseamos llegar.

El Comandante nos advirtió que la preparación de la carta de navegación no se logra entender fácilmente, pero que favorablemente los estudiosos han publicado extensamente, desde la Biblia hasta tratados y documentos de las más exitosas universidades y libros de “gurus” expertos en viajes. El esfuerzo, nos explicó, sería el de lograr trasmitir las orientaciones básicos para preparar la carta de navegación del viaje y aportar los conocimientos para la creación de nuevas cartas para los viajes en los que estamos embarcados y que emprenderemos en el futuro, por cada uno de nosotros en nuestras respectivas vidas.

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